El primero de agosto de cada año, en la víspera de la fiesta de Nuestra Señora de los Ángeles, miles de personas acuden al centro religioso en lo que se llama una “romería“, en agradecimiento o petición de favores.También en esas fechas y de conformidad con una tradición que data de fines del siglo XVIII, la imagen es trasladada a la catedral de Cartago, ubicada en el centro de la ciudad, donde permanece hasta principios del mes de septiembre, cuando es devuelta a la basílica, con una procesión denominada popularmente la Pasada de La Negrita de los Ángeles.
Se calcula que cada año entre uno y dos millones de personas, (dato que no es certero) participan en la romería. Dicha romería consiste en caminar desde donde uno viva, hasta la Basílica. En el caso de los habitantes de la capital costarricense, esa caminata comprende poco más de 20km de terreno montañoso (hay que cruzar el Cerro de Ochomogo), pero también muchos romeros caminan cientos de kilómetros desde otras partes del país, también los habitantes de Cartago lo que hacen (generalmente) es viajar en autobús a San José y caminar hasta la Basílica de Cartago.
Es común observar gente de todas las edades, niños en brazos de sus padres, jóvenes e incluso adultos mayores.